Quiero escribirte el amor en verso
y hacértelo tan despacio
que no sepas diferenciar mi cuerpo
del susurro del viento,
y te pierdas buscando en la basura
una última vez.
Quiero recitarte lo que no se dice,
para que no vayas tan rápido
y tengamos al menos un segundo
para preguntarnos cómo te llamas
y cómo has acabado aquí,
en objetos perdidos.
En cuando a catástrofes,
pregúntame lo que quieras,
que he vivido en más mareas
que en tierra firme,
y las pocas veces que he pisado el suelo
ha sido para nunca rendirme.
Ojalá hubiera tenido el valor
de preguntar por ti,
y ojalá me hubieran advertido
sobre el magnetismo,
y todas las marcas que llevas encima,
diciéndome nunca más.
Quiero robarte los lunares de la espalda
y guardármelos en el bolsillo
para cuando me sienta sola
y no recuerde el tacto de tu piel
y el cielo estrellado que te guardas.
Quiero alguna noche sin roces incómodos,
que he aprendido a respirar
y si quieres te enseño,
que lo hago mejor que nadie.
Si habláramos de errores estúpidos,
el mío fuiste tú,
pero qué poco me arrepiento.
De haberte besado en la boca
y haberte callado las penas.
De haberme bebido las penas
y haberte callado la boca.
Qué de ganas transmites con estos versos,
ResponderEliminarqué de ganas.
Un abrazo,
S.