13 feb 2016

Qué poco me arrepiento

Quiero escribirte el amor en verso
y hacértelo tan despacio
que no sepas diferenciar mi cuerpo
del susurro del viento,
y te pierdas buscando en la basura
una última vez.

Quiero recitarte lo que no se dice,
para que no vayas tan rápido
y tengamos al menos un segundo
para preguntarnos cómo te llamas
y cómo has acabado aquí,
en objetos perdidos.

En cuando a catástrofes,
pregúntame lo que quieras,
que he vivido en más mareas
que en tierra firme,
y las pocas veces que he pisado el suelo
ha sido para nunca rendirme.

Ojalá hubiera tenido el valor
de preguntar por ti,
y ojalá me hubieran advertido
sobre el magnetismo,
y todas las marcas que llevas encima,
diciéndome nunca más.

Quiero robarte los lunares de la espalda
y guardármelos en el bolsillo
para cuando me sienta sola
y no recuerde el tacto de tu piel
y el cielo estrellado que te guardas.

Quiero alguna noche sin roces incómodos,
que he aprendido a respirar
y si quieres te enseño,
que lo hago mejor que nadie.

Si habláramos de errores estúpidos,
el mío fuiste tú,
pero qué poco me arrepiento.

De haberte besado en la boca
y haberte callado las penas.

De haberme bebido las penas
y haberte callado la boca.

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